voleibol - Superliga Femenina 2

Zalaeta, de la escasez al “mejor año”

Se quedó en verano sin patrocinador y sin fichajes, pero peleó de tú a tú por subir

Las jugadoras del Zalaeta celebra un punto logrado ante el Extremadura en el Barrio de las Flores. |  // C. P.

Las jugadoras del Zalaeta celebra un punto logrado ante el Extremadura en el Barrio de las Flores. | // C. P. / Carlos MIranda

Carlos Miranda

Carlos Miranda

De los nubarrones de hace meses a las luces de este final de temporada. La vida no ha sido sencilla en los últimos tiempo para el Zalaeta, pero con esfuerzo deportivo y económico ha vivido el “mejor año deportivo” de su historia cuando menos tenía y peor pintaba todo. Se quedó sin patrocinador, no pudo fichar en verano y sufrió para retener a sus mayores activos, pero fue creciendo en una Superliga Femenina 2 cada año más competitiva y finalizó el ejercicio en una fase de ascenso a la Liga Iberdrola en la que compitió de tú a tú. El éxito no es solo el salto de categoría, es de donde partía y a dónde ha llegado.

“En 2019 también disputamos la Copa y la fase de ascenso, pero el nivel de aquella liga era más bajo y las jugadoras fueron prácticamente a disfrutar, este año ya fue diferente”, contextualiza Jorge Barrero, entrenador del equipo coruñés. “El año pasado teníamos una plantilla más amplia y el pasado verano hubo mucha incertidumbre a nivel económico, pero mantuvimos la plantilla, corregimos errores y el trabajo del día ha sido muy bueno”, cuenta el técnico, quien se va “muy satisfecho” a las vacaciones que también disfrutan desde hace algunos días las jugadoras.

El Zalaeta ha ido de menos a más esta temporada. Por el medio del curso se pudo reforzar con Tea Andric. De una Copa Princesa, disputada en enero en Canarias, en la que se vio a cierta distancia de competir ante Cartagena y Barcelona a una fase de ascenso de abril en la que puso contra las cuerdas a las catalanas y en la que ganó a Leganés, el equipo que le superó en la clasificación del Grupo A. Barrero “no” está “contentísimo” porque al final “el deseo es siempre subir” y porque el nivel del primer duelo ante el Cartagena no fue el deseado, pero pone perspectiva. “El primer set ante el Algar fue malo y en fases tan cortas te condiciona. Ellas entraron fuertes y nosotras, nerviosas e incómodas. Pero ante el Barcelona, el que al final fue el campeón, reaccionamos muy bien. Tuvimos un ataque en el cuarto set para llevarlas al quinto. Y al Leganés ya le ganamos. Queríamos llegar a las semifinales, pero hay que valorar lo que hicimos. Tampoco era el objetivo subir, no fue lo que nos marcamos a principio de temporada. Y si lo hubiéramos logrado, habría sido difícil conseguir el dinero, el presupuesto para salir a competir”, remarca.

Esa realidad económica, que tal vez hubiera frustrado en los despachos lo ganado en la pista, les seguirá acompañando en el próximo ejercicio. Como hace un año, con los euros justos, la idea será retener el talento, a jugadoras con nivel para otra categoría como Emma Ordóñez, Eleonora Guzzi o Sara Urrea que, por apuestas personales o laborales, decidieron seguir. “Pesó mi familia porque he estado varios años lejos. Me llamó más la atención estar en casa, jugar mucho y hacerlo en un equipo que está a muy buen nivel en la segunda categoría. Vamos por el buen camino”, justificaba la propia Emma Ordóñez a principio de temporada su decisión.

El proyecto seguirá y, como siempre ha sido en el caso del Zalaeta, con un ojo en la cantera. “Ahora tenemos categorías en las que niñas que empiezan a jugar más pequeñas. Tenemos volumen y problemas de instalaciones, como todos, y ahora debe venir la calidad para que vayan tomando el relevo”.

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